miércoles, 18 de julio de 2007

Tivisky, lácteos de pastores nómadas

Desde la misteriosa de Mauritania, república islámica africana bañada por las aguas del océano Atlántico, que limita al norte con Marruecos y al sur con Senegal, la tarea de Nancy Abeiderrahmane inspira coraje para animar a muchos a realizar sueños señalados como aparentemente imposibles. La historia del emprendimiento comercial que inició en el desierto con los pastores nómadas, es uno de los casos dispersos por el mundo que merecen unos minutos de atención e invita a reflexionar sobre cuántas actividades se pueden hacer para convertir una carencia en una riqueza.

Ingeniera inglesa que habita esa porción del globo terráqueo donde aún son miles las personas que viven en los llamados pueblos de las caravanas, un país austero, con tierras de fertilidad escasa y gran parte de la población – 3 086 859 habitantes- sobrevive de la extracción de hierro, Abeiderrahmane se animó a romper con viejas estructuras. Montó una industria lechera con materia prima aportada a diario por los pastores que se acercan a la fábrica Tivisky donde ordeñan sus rebaños, cobran por la leche que entregan y siguen su viaje por áreas desérticas y solitarias.

La usina láctea que ha merecido varios premios internacionales a la innovación, entre ellos el Slow Food Award y Rolex Award a la Iniciativa, está en Novakchott, capital de Mauritania, la ciudad con casas que tienen techos de palos, calles amplias y mezquitas construida en 1958, es la más grande del Sahara y se amplió durante la década del 70 durante las sequías.

Allí producen, con 13 000 litros de leche por día, catorce productos elaborados con leches cabras y de vacas, pero en especial un grupo particular de quesos y otros derivados de leche de camellas. En la actualidad, 800 familias viven del dinero que reciben como pago por la provisión láctea. Tivisky vende pequeñas cantidades de su producción en los mercados locales, el resto en los país emergentes de Africa y en algunos europeos que están valorando las peculiaridades de los alimento provenientes de Mauritania. Con leche de camella se elabora un alimento codiciado que se llama zrig, el cual se caracteriza por ser rico en vitaminas, tiene bajo colesterol y escasos niveles de lactosa.

En tierras de inmensas extensiones desérticas, horizontes sin límite y kilómetros de playas vírgenes, la leche de camella es un bien y cada vez es más reconocida por su especial sabor. Para abrir Tivisky en 1989, la emprendedora recibió préstamos del gobierno francés que creyó en el proyecto de una mujer que se mimetizó con las mujeres de las zonas, maestras en el precioso y antiguo arte de dibujar pies y manos con henna, la tintura o polvo que se extrae del arbusto lawsonia.

Prueba de una pasión por hacer un cambio positivo, la perseverancia de la ingeniera fue clave en una geografía hostil y la fantasía ancestral de festejar anualmente la cosecha de dátiles en la fiesta de Guetna que sucede de julio a agosto. Y es esa una ocasión ideal para reforzar lazos tribales y volver a darse un abrazo que rompe rencores entre los integrantes de la comunidad que sigue firme un sistema de creencias milenarias que parecen no dormir gracias al soplo, a veces suaves, muchas veces intenso, de los vientos que elevan las memorables arenas del desierto.

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