martes, 25 de septiembre de 2007

Un abrazo que protege los bosques



Movimiento Chipko, las voces de la tierra

En la milenaria India, durante 1973, una mujer que pastoreaba su ganado en los bosques de Garhwal, vio a algunos hombres dispuestos a talar. Reunió a sus compañeras y juntas les explicaron: «Este bosque es nuestra madre. Cuando falta comida venimos aquí a recoger hierbas y frutas secas para alimentar a nuestros hijos. Encontramos plantas y recogemos hongos. No pueden tocar estos árboles». Las mujeres montaron guardia por equipos para vigilar ininterrumpidamente a los taladores hasta que el gobierno se vio obligado a crear una comisión de control de la tala comercial en Alakananda.


El episodio fue el preludio de Chipko, un movimiento cuyo nombre significa abrazo que surge en la década del 80 en el pequeño pueblo de Gopeshwar, aplicando el principio gandhiano de la no violencia. El objetivo era proteger los bosques mientras creaban conciencia sobre el demoledor avance de la deforestación, el impacto profundo que tiene la tala sobre el medio ambiente y en la existencia de cada familia.

Esta resistencia pasiva comenzó a repetirse en otras aldeas ya que todas sabían que los bosques resultan prioridad absoluta, pero se estaban perdiendo como lo hacen las agujas finas sobre una alfombra. Son el hogar ancestral de muchos pueblos del mundo, espacios abundantes en biodiversidad, que proveen leña, frutos, semillas, cobijo, forraje para el ganado, cuidan las nacientes de agua y evitan la pérdida de fertilidad de los ya empobrecidos suelos por el exceso de uso.

El trabajo de las mujeres organizadas se fue replicando. A través de canciones llevaron el mensaje del Chipko de pueblo en pueblo y de una región a otra. Aunque han sido combatidas, obtuvieron éxitos rotundos que incluyen períodos de moratorias gubernamentales de tala en algunas áreas, tiempos que permiten estudiar y dar a conocer cuál será el la consecuencia para decidir qué se debe hacer, y de qué manera, para generar el mínimo impacto posible.También lograron la posibilidad de reforestar y forestar áreas despojadas cercanas a sus hogares.

El Movimiento Chipko, resultado de centenares de iniciativas descentralizadas y localmente autónomas, recibió, en 1987 el Right Livelihood Award o Premio Nobel Alternativo, galardón que premia el coraje de estas mujeres para cuidar un patrimonio fundamental para sus existencias. Como líderes y militantes, habían dado más importancia a la vida de los bosques que a las suyas propias y proclamaron con su actuación el valor irreemplazable de la naturaleza. Con este premio, una parte de la población del mundo se unió a las mujeres de Chipko para desafiar la noción de desarrollo.

Junto a los hombres consiguieron crear metodologías de trabajo que incluyen formas de transformar las materias primas que obtienen de los bosques en bienes que se comercializan colaborando así a la subsistencia de cada comunidad implicada. En suma generan un nuevo sistema económico basado en la sustentabilidad y en el cuidado de la naturaleza y en la cooperación y el respeto hacia los trabajadores.

Chipko nace inspirado en una antigua leyenda que hace honor al recuerdo de Amrita Devi, una mujer que junto trescientos integrantes de la comunidad de Bishnoi en Rajasthan, sacrificaron sus vidas para salvar los khejri, árboles sagrados, abrazándose a ellos para evitar que los destruyeran los taladores enviados por el Maharahah.





2 comentarios:

Julia Gutiérrez Oschmann dijo...

Hola Teresa, llegué a tu blog a través de la recomendación de Eduardo Remolins y realmente me encantó, voy a visitarte seguido. Tu intensidad es transformadora =)

Elio Milay dijo...

Gracias por tu blog, Teresa, está lleno de humanidad e inteligencia. Llegué a tu blog al iniciar uno mío sobre el ecofeminismo y el movimiento chipko de la India. Te paso la dirección por si te interesa; en él tienes enlaces a mis otros blogs, que seguramente te gustarán, porque tratan temas con los que conectamos todas las personas de buen corazón. Un saludo cordial.